“Sé que mientras tenga un soplo de vida
lo único que voy a querer hacer es teatro”
A los 83 años, una de las actrices más importantes de la escena rioplatense hace televisión, cine y teatro ininterrumpidamente. China Zorrilla recibió a DiAGONAL y habló de su vida, de su amor por el teatro y de cómo le gustaría no tener que trabajar para vivir. “Pero no me quejo porque hace 34 años que vivo en Argentina y tengo trabajo”, afirma.
China Zorrilla no para. Este mes cumple 83 años y trabaja a la par de un chico 20. Está filmando una película en Madrid bajo las órdenes de Marcos Carnevale, participa de Los Roldán en televisión y viene de hacer temporada en toda la costa con “Camino a La Meca”, la obra de Athon Fugard que estrenó en 2003 junto a Thelma Biral y Juan Carlos Dual bajo la dirección de Santiago Doria y que planea reponer en breve.
Para ella, la obra era “una cosa llamada a ser un éxito para los críticos o para los que entienden de la cosa literaria. Transcurre todo en Sudáfrica, que ya es raro. Es de un autor sudafricano, que es más raro todavía, y que no es muy conocido acá, pero sí en el mundo de habla inglesa. Un gran luchador contra la discriminación de Sudáfrica”, comenta.
Pero además de la crítica, la respuesta del público fue inmediata. “Debutamos con la incógnita de lo que significa un ensayo. No hay fórmula de éxito en el teatro, sino seríamos todos ricos los actores. El teatro no tiene formula de éxito ni fracaso como casi nada de las cosas en la vida. Es una aventura, te estás tirando de un precipicio sin red, siempre. Y aquí fue un éxito”.
Durante todo el 2003 la obra estuvo en cartel en Buenos Aires y en el verano se sumó la temporada en Mar del Plata. Entonces, viernes, sábados y domingos estaba en Buenos Aires, mientras que lunes y martes hacían dos funciones por día en Mar del Plata.
Los miércoles y jueves eran los días de descanso, pero China los utilizaba para grabar su participación en Los Roldán. “Era una cosa de locos –recuerda- pero me asombró ver que la gente quiera de pronto pensar un poco, que los tomes más en serio”.
La obra cuenta la historia de Helen, una mujer nacida y criada en una pequeña comunidad blanca de Sudáfrica, en medio de un desierto, de costumbres conservadoras, que un día descubre que nunca ha amado a su marido y abandona la iglesia de los domingos porque ha dejado de creer. Al quedar viuda encuentra en sus manos de escultora el camino hacia la libertad personal y la felicidad de crear.
“Me da un placer tal hacer esta obra que cada vez me canso más porque mientras los personajes hablan tranquilos y toman tecito están diciendo cosas filosóficas y consideraciones de la vida, del hombre, para qué estamos destinados, si no nos ha quedado en nuestro proyecto de vida inicial algo que no pudimos hacer por circunstancias ajenas a uno, si hay tiempo de tratar de hacer eso y de hacerlo a pesar de todo, aunque estés vieja y cansada”.
Y este verano hicieron temporada en Mar del Plata y desde allí salieron a toda la costa atlántica, mientras que en febrero también volvió a grabar para Los Roldan. Y así la agenda de China se va completando una y otra vez…
-¿En algún momento preferiría no hacer nada y quedarse en su casa?
-¡Si! (grita). Como verás no dudé (risas).
-¿Pero entonces por qué siempre vuelve a salir al escenario? Hay algo que la impulsa…
-Yo vuelvo salir, fundamentalmente, porque yo no soy algo que debería ser y que todo el mundo cree que soy: rica
-Es verdad. En general, la gente cree que usted tiene alcurnia y plata…
-Alcurnia no es plata. Puede ser que tenga alcurnia, pero lo que debería tener es ¡mucha plata! Entonces tengo que trabajar. Pero yo le recuerdo a la gente que me cansa. Me encanta esto que hago y si te gusta algo te cansa menos que algo que no te gusta. Si yo tuviese que acarrear ladrillos para ganarme el mango odiaría eso porque no es mi vocación, porque cada vez que entro a La Meca digo gracias a quien esté ahí arriba. Y sigo trabajando, y es mucha suerte, pero también es porque yo lo hago bien, no creas en la modestia de los actores. Si estamos haciendo teatro y la gente está pagando por vernos es porque lo hacemos bien, si no somos unos sinvergüenzas. Yo sé como se hace teatro y quiero hacerlo bien. Pero el placer es lo que te mantiene, ¿te das cuenta? A veces hay una cosa física que tiene uno: ‘¡cómo me gustaría irme a casa, a tomarme un cafecito, ver un película…’ Pero el telón se levanta a las ocho y eso para mi ocurre desde que tenía 24 años, cuando empecé a vivir del teatro. Pero muchas veces yo digo ‘poder no trabajar, como el supremo lujo’. Pero no se si podría.
-¿Pero por una cuestión netamente económica o de ganas?
-No, económica. Pero tengo la suerte de que esta cosa obligatoria que tengo que hacer me gusta y sabes la diferencia que es eso…
Luego de filmar durante todo marzo en Madrid, China partirá una semana a Roma. A su vuelta, todo el equipo de “La Meca” quería reponer la obra en Buenos Aires, pero China quiere tomarse unos días de descanso. “No pido un mes en Suiza, pero si 20 días en París, que tengo amigos que me dan casa y comida. Gente vieja como yo que puede ir un día al cine, al teatro. O si no descansar acá, pero realmente descansar”, afirma, aunque enseguida agrega: “Pero no me quejo porque hace 34 años que vivo en Argentina y tengo trabajo”.
El amor a la profesión
“Siendo joven, a los 42 años, estaba tan apabullada de teatro y de letra, de aprender de memoria, de que la gente me parase, y eso que era Montevideo, donde no hay este tipo de cholulismo que te lo da la película y la televisión, que dejé el Uruguay y me fui a vivir a Nueva York cuatro años ¿y sabés lo que era? Profesora en un colegio.
-Enseñaba francés, ¿no es cierto?
-Sí. Cobraba el mismo sueldo todos los meses, me lo pagaban justo el día… entonces vos estabas organizada y sabias que tenías tanto de alquiler, de otra cosa… pero los actores estamos siempre en la cuerda floja, siempre tirándonos del trapecio sin red. Pero tampoco podés vivir sin eso si tenés vocación como tengo yo. Porque desde que tengo uso de razón pensé siempre ‘¡Cómo me gusta hacer teatro!’ y eso lo pienso, lo juro por Dios, cada vez que estoy por entrar al escenario de La Meca.
China recuerda que de joven pensaba: “¿Qué puede pasar en la vida que me guste más que esto? El amor, enamorarte. La pulseada del hombre que te ama, contra el teatro, contra cualquier vocación la gana seguro el hombre que te ama”.
Pero en su caso el gran amor que siempre perduró fue el teatro. “Tengo muchos años, tendría que tener una renta, tendría que tener varios apartamentos para alquilar, pero sé que mientras tenga un soplo de vida lo único que voy a querer hacer es lo que estoy haciendo ahora, que es teatro, o la película que estoy haciendo ahora, o Los Roldan. También me llaman a cada rato para hacer reportajes, pero en el fondo todo forma parte de eso otro que me gusta que es el teatro: estar arriba del escenario, diciendo la letra y creando un personaje”.
Vivir en (la calle) Uruguay
China siempre pasó la mayor parte de su tiempo entre Montevideo y Buenos Aires, pero en 1971 fue cuando se estableció definitivamente aquí.
“Ese año –recuerda- yo estaba prohibida por los militares en Uruguay. Estaba viviendo acá porque estaba haciendo una película, llamada por Lautaro Murua, y vine con una valija de mano y les dije a unos amigos ‘¿Puedo quedarme? Vine a hacer una película’. Pero cuando termine esa película, me llamaron para otra y luego para otra. Y de ahí me llaman para un espectáculo teatral que querían que yo dirigiese. Cuando me quise acordar tenía tanto trabajo que decidí quedarme”.
Pero China seguía viviendo en lo de sus amigos, así que salió en busca de un departamento para ella sola. “Miré departamentos toda un día y yo decía ‘a lo mejor no me gusta ninguno y me tengo quedar mucho tiempo, quiero algo que realmente me guste’ y finalmente encontré. Estaba tan cansada esa mañana que dije no miro mas y me fijo que era en la calle Uruguay”. Ese departamento está enfrente del que actualmente ocupa. “Viví allí 10 años y acá llevo 22.”
Homenajes
A través de tantos años de trabajo, China Zorrilla ha tenido innumerables reconocimientos, de lo cuales se pueden mencionar desde el ACE de Oro o el Florencio Sánchez, hasta un teatro que lleva su nombre en Montevideo.
-¿Le gustan los homenajes?
-No, me ponen un poco violenta. Hace poco me hizo un homenaje Aníbal Ibarra, me declararon Ciudadana Ilustre y no se si sé equivocaron o hubo un lío de entrada pero no había nadie. Estaba Jorge Telerman, yo y diez o quince amigos que yo había invitado. Me llamaba la atención que el resto de la gente que estaba no tenia cara de admiradores míos. Era gente de las oficinas que los mandaron a hacer bulto. Ahí le dije a Ibarra: ‘vos conseguiste lo que nadie: salgo a un escenario y nadie en la platea’.
Perfil China Zorrilla
Nombre: Concepción Zorrilla de San Martín
83 años, actriz, soltera, uruguaya
Vive hace 34 años en la Argentina y es Ciudadana Ilustre
Participó en casi 30 películas y en innumerables obras de teatro. La ultima es “Camino a La Meca” que repondrá en breve
Además trabajó como directora, productora y adaptadora de teatro, como periodista en Europa para la BBC y para el diario uruguayo El País como corresponsal
Por La zapatera prodigiosa de García Lorca, que dirigió a los 21 años, obtuvo en 1946 una beca del British Council para estudiar teatro en la Royal Academy of Dramatic Art de Londres.
En 1948 ingresa en el elenco de la Comedia Nacional del Uruguay, actuando como primera figura durante diez años.
Vivió en París y asistió al Curso de Estudios Superiores de Teatro, dictado en La Sorbona bajo la dirección de Henri Rolland, y a cursos particulares con Maurice Escande.
En 1960 fundó en Montevideo, junto a Enrique Guarnero y Antonio Larreta, el Teatro de la Ciudad de Montevideo, una compañía teatral
En 1959 comenzó a actuar en TV en Uruguay, conduciendo programas como Hogar Club, El Show de China Zorrilla, El Teatro y el Amor, Reportajes a mi padre y Si usted fuera Presidente.
En 1964 viaja a Nueva York, donde vive cuatro años trabajando como traductora, secretaria y dactilógrafa de una firma de productores teatrales de Broadway y profesora de francés en un colegio.
En 1971 se radica en Buenos Aires y comienza su carrera cinematográfica, interviniendo en películas como Un guapo del 900, La Maffia, Los gauchos judíos, La tregua, Esperando la carroza, Darse cuenta o Besos en la frente, por mencionar sólo algunas.
También ha trabajado en TV (Rolando Rivas, taxista, Atreverse, RR. DT., Los Roldán)
Publicado en Periódico DiAGONAL - Marzo '05 - www.diagonal.org.ar
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