martes, noviembre 14, 2006

miércoles, julio 12, 2006

Entrevista a Juan Carr

“Ser solidario es buscar Justicia”

Para el líder de la Red Solidaria “la solidaridad argentina todavía es espasmódica” y cree que una de las urgencias es el compromiso. “Queremos que cada día más gente levante la vista y descubra al otro”, afirma este veterinario y profesor de biología que todos los días intenta la una de las tareas más sencillas y colosales: reunir al que da con el necesitado.

“Hay 11 millones de pobres en un país de 36 millones. Falta recaudar un poquito más de compromiso porque es imposible que tantas personas sean rescatadas sólo por el Estado o una ONG. Hay una emoción solidaria pero falta comprometerse más. Eso es lo urgente”, afirma Juan Carr.
Para el fundador de la Red Solidaria, más allá de las urgencias de todos los días – donde mencionará a los 238 chicos y 39 adultos perdidos; las tres emergencias nacionales para transplante y los 5.700 argentinos esperando un órgano que no llega, entre otras cosas- hay que involucrarse. “La clave es no cambiar de vida. No hay que vestirse de harapos ni hacer cosas rimbombantes, pero hay que comprometerse. Y a la recaudación de compromiso todavía hay que ponerle un poquito más de garra”, afirma.


Solidaridad argentina
“La solidaridad argentina es espasmódica, pero pasamos de un momento de indiferencia a la emoción y eso es bueno”, sostiene. Y para ejemplificar usa el reciente caso de Tartagal, en Salta. “En esa crisis hubo un montón de generosidad y solidaridad. Pero ¿cómo hacemos para evitar que vuelva a pasar? Y así con todo. Aparece un órgano y salva una vida, ¿No sentamos para ver cómo aumentar la donación de órganos? Conseguimos comida para los comedores, pero ¿vamos más allá? ¿Tratamos de combatir el hambre? Porque más que ayudarlos tendríamos que ver si alguno puede desaparecer gracias a que esos chicos pueden comer de nuevo en su casa con su familia porque sus padres tienen laburo”.
Igualmente Carr es optimista. “Nosotros celebramos este paso, aunque todavía es emocional. Igual nosotros estamos tapados de generosidad. Argentina vive una explosión solidaria”.
En ese sentido está trabajando la Red Solidaria: buscan crear una cultura de la solidaridad. “
Queremos que cada día más gente levante la vista y descubra al otro. Una de las características de los marginados es su invisibilidad. No vemos a los 260 mil desnutridos que hay en el país ni a los ancianos que están solos. A través de la comunicación y de la imagen se hacen visibles. Nosotros tratamos de mostrarlo dignamente y cuando la gente lo ve aparece la catarata de solidaridad”, sostiene, aunque reconoce que la principal dificultad es “hacer que esta emoción dure en el tiempo” porque “la cultura solidaria se trata de incorporar al prójimo en la vida cotidiana”.
Pero, para Carr, el trasfondo de esta nueva cultura es la Justicia. “Nos reconocen por haber hecho una campaña para las escuelas rurales; en realidad hicimos Justicia porque conseguimos una biblioteca. La cultura solidaria, y ser solidario, en definitiva, es buscar la Justicia elemental”
-¿Cómo se articula el trabajo de la Red con el Estado, las empresas y la burocracia en general?
- Ahora se dio una gran participación de la gente, pero igual la gran transformación la tiene que hacer quienes la tienen que hacer. Comparados con la Madre Teresa de Calcuta estamos todos perdidos. Pero si un corrupto se emociona hoy y no se corrompe es una evolución. En eso soy muy compasivo. Pero es un proceso. Nosotros le agradecemos a Dios o a la vida que nos llame desde la última jubilada que no tiene un peso hasta el mayor millonario de la Argentina para colaborar. Uno trata de estar cerca del dolor y del que sufre. Y eso es una escuela terrible que te libera de un montón de frivolidad.

Trabajo en red
-¿Cómo se organiza la Red Solidaria?

-En verdad no tiene papeles ni personería jurídica, es un hecho cultural, un caos ordenado. Cuando ordenás mucho las cosas la realidad te las desordena y las complica. Y cuando caes en el desorden no podés transformar la realidad. Nuestro mecanismo es primitivo: llegan necesidades y tratamos de ver quién pueda cubrirlas entre compañías, fundaciones, medios de comunicación, clubes de fútbol y amigos. Cuando esos mecanismos no funcionan acudimos a los medios y les presentamos a los argentinos esa necesidad. Nosotros ponemos en contacto al necesitado y a quien puede ayudarlo.
Ese es su objetivo primordial, aunque le agregaron un segundo: desarrollar una cultura de la solidaridad. “Ahora es un momento pedagógico. Nos interesa ver que hace una persona cuando apaga la tele, la radio o cierra un diario”.
Y aunque la Red está creciendo por el mundo, las prioiridades siguen siendo las mismas. “Está funcionando muy bien en Barcelona, Boston, arrancando bastante bien en África y solidificándonos en Bombay. Pero a la vez yo no conseguí una prótesis para una abuela y la cosa pequeña también es clave para nosotros”
Si bien en todo el mundo hay muchas redes solidarias porque “está de moda”, en general están ligadas a un solo tema. “Nosotros queremos avanzar en accidentes de transito, ancianidad y violencia domestica. Y este modelo de varios temas parece que no existe”, afirma, aunque agrega con modestia: “Igual nosotros no inventamos nada, es un rejunte y vamos adaptando las cosas a la realidad. No hay mucho merito. Estamos muy orgullosos, pero juntar al que da con el que necesita es súper primitivo”.


Juan Carr, hombre
Juan Carr vive con su mujer y sus cinco hijos en una casa chorizo en Florida. “Clase media, una cosa muy estándar de barrio”, define, porque “no hay una revolución solidaria fuera de casa si no está adentro y los afectos son claves para afrontar la realidad. Después de un suicidio o de un crimen, está la familia”.
Además de la Red Solidaria, Juan Carr tiene su trabajo, como cualquier otra persona. “Llevo una vida bastante normal. Nosotros proponemos una solidaridad para gente normal. Pero pareciera que la exposición te vuelve más especial y nosotros hacemos un esfuerzo enorme para que no pase. Cualquiera puede poner la foto de un chico perdido y buscarlo”, ejemplifica.
Carr es veterinario y profesor de biología y trabaja en un Centro de Desarrollo Comunitario con veterinarios, agrónomos, docentes y pediatras. “Por esto me pagan”, aclara, y agrega: “Allí tratamos la desnutrición infantil. Los pediatras tratan de recuperarlos y luego intentamos que hagan una huerta comunitaria o familiar, criar gallinas y luego conejos”. Pero además, da clases en el colegio Santo Domingo en la villa de emergencia La Cava, donde desde hace seis años trabajan que logran que los chicos terminen el secundario.
“De todo eso vivo yo y me pagan empresas y compañías. Renuevo los contratos anualmente, pero de eso vive la familia Carr. Obviamente por mi visibilidad circunstancial en la Red a veces ligo también. Pero todos los que participamos de la Red tenemos la suerte de tener trabajo”.
Un día típico en su vida comienza entre las 5,30 y las 6 de la mañana. “Ahora con el conflicto de las papeleras leo los diarios de Uruguay y Gualeguaychú. Después Clarín, La Nación y a veces Pagina 12 mientras escucho un poco de radio, Continental y Mitre y bajo los mails”, relata.
Luego, lleva a los chicos al colegio (“tengo prohibido hablar por radio de 7,15 a 8,45”, aclara) y se va a caminar cuatro kilómetros por la costa porque junto con los vecinos están clasificando las aves y las plantas para hacer la primera guía comunitaria. “Además camino para bajar la panza y la ansiedad”, relata, y agrega: “Y ahí ya empiezo a trabajar y a ocuparme de cosas de la Red. Todos los días son distintos, pero a la tarde trato de dormir la siesta media hora”.

Ejemplo de cultura solidaria

“Me acuerdo que un día se apareció Tomás Olivieri Acosta, un joven inteligente, maduro y comprometido, y me comentó del proyecto Diagonal –recuerda- Me impresiona la continuidad. Cualquier cosa que dura más de un año en la Argentina es un éxito y más de dos, un milagro. Y perduró. Además generó empleo, que es la clave la solidaridad: generar empleo, no asistir. Diagonal es un ejemplo vivo de cultura solidaria”.

martes, junio 06, 2006

Entrevista a Gastón Pauls

“Las historias de los ex combatientes las tomo como bandera”


El actor cuenta cómo cambio su percepción de la Guerra de Malvinas luego protagonizar Iluminados por el fuego, la película argentina que muestra cómo vivieron el conflicto armado los soldados argentinos, y recuerda cómo fue filmar en las islas y la relación con los kelpers. Además, habla de su programa de TV y de la fundación que creó para ayudar a chicos y adolescentes.

“Después de la película, la causa de los chicos es mía. Ellos lo saben y yo lo sé. Yo no me puedo hacer el boludo. Mi papel no terminó el día que Tristán (Bauer, el director) dijo ‘Corten’. Gracias a Dios me despertó una necesidad de ayudar y apoyar cada uno de sus pedidos. Yo debo haber hablado con 100 ex combatientes. Cualquiera de esas historias las tomo como banderas y si yo puedo como actor ayudar a que ciertas cosas salgan a la luz, lo tengo que hacer”, afirma Gastón Pauls en referencia Iluminados por el fuego, la película que se estrenó el año pasado y que muestra cómo fue la vida de los soldados argentinos durante la Guerra del Malvinas de 1982.
-Cuando comenzó la guerra tenías 10 años, ¿Qué recuerdos tenés de esa época?
-Me acuerdo de mi viejo diciéndome que no entendía que se estaba festejando, diciéndome que se iban a morir muchos chicos. Y me acuerdo la contradicción que me generaba porque en la escuela todos mis compañeros y las maestras festejaban y yo venía de una casa donde no se festejaba la recuperación. Hoy yo le agradezco mucho eso a mi viejo, el no haberme hecho festejar una mentira.
-¿Y esa diferencia en tu casa con el resto de la sociedad se daba generalmente o fue en este tema puntual?
-Ya venía del Mundial del ’78 que mi viejo tampoco lo festejó, que también se lo agradezco. Y en esa época no lo entendía, tenía seis años y lo veía a mi viejo angustiado con el Mundial y el festejo. Mi viejo había estado detenido dos años antes.. A lo largo del tiempo, después del ’82, más por el lado de mi viejo, hubo una conciencia de lo social y de ciertas realidades de mis compañeros de camino y no tanto. Porque ver a un pibe con una bolsa cuando debería estar jugando con un autito…yo agradezco esa toma de conciencia que me hizo tener desde muy chico
-¿Crees que hay cada vez más conciencia en el sociedad?
- No sé. Creo que hay mucha gente que se está despertando. Me ha pasado mucho en el último tiempo con el programa y la película. Mucha gente venía a decirme que les daba vergüenza pero que ahora entendían algo que no habían entendido 24 años atrás. Iluminados por el fuego ayudó a escuchar una voz que venían alzando los ex combatiente hace 23 años. Iluminó una zona muy oscura de la sociedad argentina y de la humanidad…en todos lados hay guerras. Abrió el debate sobre que nos ocurre a los humanos con las guerras
-¿Que te cambió a vos la película con respecto a Malvinas?
- Yo, como mucho de los que no fuimos, no tenía una real dimensión de la pesadilla vivida, del horror de una guerra. La primera película que filme en mi vida, Territorio Comanche, fue en Sarajevo y Croacia después de la guerra y ví por primera vez las secuelas de la guerra, las caras, la tristeza en la mirada, el dolor, el silencio que deja una guerra y me parece que lo que hizo Iluminados… es nuevamente acercarme al horror y a la vergüenza de la guerra. Es casi imposible creer que un humano haya podido soportar eso. Y también es casi imposible entender como en cuatro paredes un grupo de gente decide una guerra y manda a los pibes de 18 años que terminaron el secundario cuatro meses antes
-¿Al terminar de filmar te costó salir de la historia?
-Creo que no se sale. Una vez que se entra se profundiza. Sería muy careta y una falta de respeto con la gente que me entrevisté. Me metí en la película de Malvinas y hoy estoy en contacto con varios centros de ex combatientes para organizar cosas con ellos. Sería una falta de respeto a ellos y a Edgardo Esteban (el ex combatiente autor del libro de la película) que hoy es mi amigo.
En el mismo sentido, a Pauls afirma que la única crítica que le importó fue la de los ex combatientes. “Que ellos hayan salido a apoyar mi trabajo era lo único que necesitaba y que buscaba”, sostiene.

Filmar en Malvinas
Las imágenes finales de la película fueron filmadas en las Islas Malvinas. Hasta allí viajó todo el equipo de filmación para hacer las tomas del Cementerio de Darwin. “Estás ahí y sabes que hay 700 lapidas a las que a la mayoría nunca nadie los visitó ni les puso una flor. Yo me pase 3 horas llorando junto a todo el equipo. No había manera de aguantar ese dolor, era muy triste”, recuerda, y agrega: “Ahora vuelvo con dos ex combatientes para el programa”.
-¿Cómo fue la relación con la gente de las islas?
-Muy buena onda, pero un poco distante. Los kelpers también son víctimas. Ahí hay gente hace 150 años y en el ‘82 de repente vinieron dos países a pelearse y nadie les preguntó a ellos. Fue duro para los kelpers también estar en un lugar tan alejado y empezar a recibir bombas. De hecho, ellos tenían muy buena onda con los argentinos. Venían a tratarse al Hospital Británico. Incluso algunos kelpers, si aflojan, te pueden hablar unas palabras en castellano. Pero después del ’82 se quedaron con una bronca grande.

Televisión
Gastón Pauls comenzó hace unos años con Ser Urbano y luego con Humanos en el camino, que también produce, donde se muestra historias de personas donde a menudo están presentes temas sórdidos como el hambre, la discriminación y o las drogas
-¿En algún momento no te saturás con estas historias tan terribles?
-Yo conocía la desnutrición en fotos, en la tele, pero cuando ves a pibes y a viejos desnutridos tenés dos opciones: te haces el boludo de por vida y no te acordás nunca más de eso o intentás convivir con eso y tratas de hacer algo por cambiarlo. Yo convivo con eso y a veces es muy difícil de llevar. Pero es lo que elegí y no lo quiero dejar.
-¿Que repercusión que tiene en la gente, mas allá de verlo?
-Hay gente que cree que es un negocio mío, que no sirve para nada y que es todo especulación. Pero hay gente que cree desde donde está hecho, que siente que sirve conocer ciertas realidades y ver que fibras le tocan a cada uno para ver que se puede hacer para que cambien. Y me parece lo más justo. Yo sé desde donde y por qué lo hago, pero el análisis de si es una demagogia mía ni yo puedo saberlo.
-¿Pero a través de mostrar ciertas realidades has logrado revertirlas?
-Sí. Muchas no me interesa salir a decirlas, pero nosotros recibimos 500 mails por programa. Y armamos un proyecto paralelo, que se llama El Puente, donde buscamos todas las organizaciones que ayudan desde muchos lugares y cuando vamos a un lugar ya tengo un relevamiento de las instituciones que ayudan en la zona y yo, como puente, trato de conectarlos. Tratamos de que el programa no sea una cosa que sale de 11 a 12 de la noche, si no que tenga una continuidad, que no sea sólo buscar una historia conmovedora. Si no sí es una especulación con el dolor ajeno.

La Casa de la Cultura de la Calle
Desde hace un año y medio Gastón Pauls fue más allá de su trabajo en cine y televisión y creó una asociación civil, la Casa de la Cultura de la Calle.
“Fue una necesidad de nada de no quedarme con lo que vi solamente. Yo tenía ganas de darles a los chicos, a través del arte, instrumentos para expresar lo que les pasa y que también el día de mañana quizás les permita encontrar un camino laboral”, afirma.
El proyecto nació por su iniciativa y se trata de una organización que busca generar un espacio creativo y productivo para chicos y adolescentes en situación de vulnerabilidad de derechos. Actualmente trabajan con 130 chicos que están en hogares o judicializados y les dan clases de pintura, música, teatro y literatura.
Pero el tema de la ayuda no es momentáneo. “Estaba en casa y ya hacía cuatro 4 meses que estábamos laburando en la fundación y me agarro vértigo. Me dije: ahora no puedo parar. Porque si yo abandono el trabajo voy a ser uno mas de los que los abandonan”

La guerra
La Guerra de las Malvinas (en inglés, Falklands War) fue un conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido ocurrido en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur por la soberanía sobre esos archipiélagos australes dominados por Gran Bretaña y que la Argentina demanda como propios.
El 2 de abril las fuerzas argentinas desembarcaron en las islas y combatieron hasta el 14 de junio, cuando se produce la rendición y culmina el conflicto armado. Sin embargo el litigio por la soberanía todavía continúa.
El saldo final fue la reocupación de las Malvinas por el Reino Unido y la muerte de 635 soldados argentinos, 252 británicos y 3 civiles. En Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la Junta militar que gobernaba el país tras el golpe de Estado de 1976, y se restauró la democracia como forma de gobierno.

lunes, junio 05, 2006

A leer!

Dos libros inéditos de Silvina Ocampo

Silvina Ocampo es considerada actualmente por muchos como una de las mejores escritoras argentinas. Sin embargo, durante su vida la sombra de Adolfo Bioy Casares, su marido, su amigo Jorge Luis Borges y su hermana Victoria pareció opacar su pluma.
A modo de rescate, Editorial Sudamericana lanzó la Biblioteca Silvina Ocampo con dos títulos inéditos de la autora: Invenciones del recuerdo, una autobiografía en verso libre y Las repeticiones y otros relatos inéditos. Además, también reeditó un libro de cuentos infantiles: La naranja maravillosa.
Invenciones del recuerdo fue hallado entre sus papeles después de su muerte y al igual que The Prelude, la autobiografía de William Wordsworth que Ocampo tradujo, está compuesta por fragmentos escritos en distintas épocas.
En el texto de Ocampo los primeros datan de 1960 y los últimos de 1987. Y si bien el orden de los recuerdos no sigue una cronología estricta, “tienen la secreta coherencia narrativa que sólo puede dar una destreza poética infalible”, afirma en la nota preliminar Ernesto Montequin, quien tiene a cargo el cuidado de la colección.
Las repeticiones y otros relatos inéditos, por su parte, contiene la mayor parte de las narraciones que Silvina Ocampo no publicó durante su vida. Se trata de 25 cuentos, dos novelas cortas y los fragmentos no incluidos en una de ellas escritos desde fines de los años treinta hasta los ochenta.
Todos los relatos abordan las obsesiones de la autora: el misterio de las casas y jardines; el enigma fatal o redentor de una voz; las crueldades y los artificios de la infancia; la predestinación de un nombre o los amores fantasmales, por mencionar algunos.
El trabajo de edición de este volumen ha sido arduo ya que Ocampo no acostumbraba fechar sus originales y se debió recurrir a factores externos como apuntes sueltos, alusiones en reportajes, papel y tinta utilizados o rasgos de la escritura.
Acompañando esta nueva colección, la editorial también reeditó La naranja maravillosa, un conjunto de cuentos para niños con ilustraciones de Irene Singer y un par de dibujos de la propia Ocampo.

viernes, abril 28, 2006

Entrevista a Tristán Bauer, director de Iluminados por el fuego

“La película contribuyó a instalar nuevamente el tema de Malvinas”

“Llegar a Malvinas fue una gran conmoción. Aterrizar en esa base militar siniestra y terrible, después recorrer los campos de batalla y ver que todos los objetos de guerra siguen estando allí presentes. Y por ultimo, llegar al Cementerio Darwin, poder filmar ahí con tan lindos argentinos como Gastón Pauls y Edgardo...fue muy fuerte”, recuerda Tristán Bauer, director de Iluminados por el fuego, que acaba de ser nombrado Ciudadano Ilustre en su ciudad natal, Mar del Plata
El proyecto de la película surgió a partir de la lectura del libro de Edgardo Esteban. “Hasta ese momento tenía referencias de Malvinas, pero nunca había tenido la mirada humana de la guerra. Creo que el relato de Edgardo es impecable”.
-¿Cómo lo conoció a Edgardo?
- Fue un encuentro casual y curioso. Estábamos en casa de Miguel Bonasso, habíamos terminado Evita, la tumba sin paz y vino Edgardo como corresponsal para hacernos una nota y cuando terminó saca de un bolsito un libro y me dice ‘yo aparte de corresponsal, soy ex combatiente y escribí mi mirada sobre la guerra. Este libro va a ser tu nueva película’. Y fue un mandato que se transformó en hechos
Iluminados por el Fuego esta basada en el libro Malvinas diario de regreso que Esteban escribió sobre su experiencia como combatiente durante la guerra. Para la película el también colaboró con el guión junto a Bauer y a Miguel Bonasso.
“La presencia de Edgardo y de todos los ex combatientes que estuvieron presentes durante todo el proceso de la película fue vital.. Para mí, tenerlo a Edgardo en la etapa de la filmación y a todos los muchachos que nos brindaron un fragmento de su vida fue fundamental. Y creo que la película logra esa mirada humana porque está hecha desde ese lugar”, recalca Bauer
-¿Fue muy difícil elegir al protagonista?
- Buscábamos alguien que pueda darnos un joven de 19 años, como caracterizado un hombre de 40 años. Y cuando apareció la posibilidad de Gastón y que claramente podía enfrentar esta cuestión no tuvimos dudas en elegirlo a él. Una vez de terminada la película y luego de haberla visto como 20 veces te diría que estoy muy feliz por la relación profesional. Su entrega hacia el proyecto es destacable y la relación humana con Gastón para mi ha sido una maravilla. Me han pasado cosas muy hermosas en la vida y, sin duda, una es haber trabajado a lado de un ser humano maravilloso como es Gastón Pauls.
- ¿Que repercusión tuvo con los ex combatiente?
-Hicimos varias proyecciones en todo el país y la verdad que son muy particulares y de una emoción que vuela en la sala. Yo estoy absolutamente conmovido por lo que ocurre en las proyecciones y en los debates posteriores. Pero el recibimiento fue maravilloso y estoy muy agradecido
-¿Cree que la película sirvió para instalar el tema?
-Yo estoy seguro que la película contribuyó a instalar de nuevo el tema de Malvinas, a reflexionar. En ese sentido creo que el cine es una maravilla. Cuando se transforma en algo masivo es extraordinario por todo lo que dinamiza en la sociedad. Es como un enorme despertador y en este caso funcionó muy bien
-¿Esperaba el éxito que tuvo?
- La película fue rechazada por todas las productoras privadas de la Argentina. A todas les gustó el guión pero les pareció demasiado duro. Yo tenía una dualidad, pensaba que tenía que ser un tema de interés para la sociedad, pero a la vez tenía tan instalada esta duda porque todas las productoras grandes la habían rechazado. Hasta el primer día del estreno tenía dudas de lo que iba a ocurrir, pero desde la primera proyección el impacto que ha tenido la película ha sido extraordinario.

Iván Pérez Sarmenti - Diagonal, abril '06.-

jueves, marzo 30, 2006

Abriendo el archivo...

Un año de entrevistas

Para el número de diciembre '05 de DiAGONAL publicamos un resúmen de las 11 entrevistas que realizadas durante todo el año. Un extracto de cada una de estas personalidades que tuvieron mucho que decir.

“Volví a vivir acá hace un año y medio. Fue una elección básicamente familiar y de proyectos. Sobre todo el tratar de hacer. Yo veo que en la Argentina hay muchas cosas para hacer y quiero ser parte de ese rehacer argentino, quiero devolver un poquito de todo lo que me dio en algún momento.
Dentro de un par de años seguro voy a estar bailando, más adelante no sé. Pero nunca pienso en lo que voy a hacer después de lo que estoy haciendo porque si no empiezo a terminar lo que estoy haciendo.”
Maximiliano Guerra, enero 2005

“Vine el año pasado después de tres años y, nobleza obliga, no encontré el país como lo dejé, pero sí noté como si hubiese una cierta aceptación de la 'divina pobreza'. Veo en la clase política prácticas que son de la vieja mafia política. Es una especie de jaula de locas, donde todo se hace para conseguir más poder, y el país bien, gracias. ¿Puede ser que esto ocurra en la Argentina? ¿Por qué los votamos? Esta especie de exaltación casi religiosa de la avivada me da una impotencia… Y me duele porque soy argentino, porque si fuese finlandés qué carajo me importa”.
Federico Luppi, febrero 2005

“Yo vuelvo a salir a escena, fundamentalmente, porque yo no soy algo que debería ser y que todo el mundo cree que soy: rica. Entonces tengo que trabajar, y es mucha suerte, pero también es porque yo lo hago bien, no creas en la modestia de los actores. A veces me gustaría irme a casa, a tomarme un cafecito, ver un película, pero el telón se levanta a las ocho y eso para mi ocurre desde que tenía 24 años, cuando empecé a vivir del teatro. Pero sé que mientras tenga un soplo de vida lo único que voy a querer hacer es lo que estoy haciendo ahora, que es teatro
China Zorrilla, marzo 2005


“Me fui de vacaciones sola a Brasil y no me conocía ni el loro -recuerda- y lo disfrutaba, pero hay algo que tiene que ver con la cotidianeidad, con la confianza y la familiaridad que tiene ser conocido, que a mi me gusta. Cuando me paran por la calle y me felicitan por mi trabajo porque lo vieron y les gustó, me encanta. A veces es rompebolas, pero hay algo de eso que me seduce, porque la gente me siente como familiar y yo, en cierta manera, también, porque enseguida genero algo de confianza. Me gusta, desde chiquita soy así. Antes cuando no era conocida, decían 'esta es medio confianzuda'. Ahora, como soy famosa y yo enseguida me prendo, es que soy simpática”.
Julieta Díaz, abril 2005

“Yo he abierto un camino. Los que han venido atrás lo hacen a su modo, no los critico. Yo trato siempre de decir con toda honradez lo que pasó, de no trampear. He declinado ofrecimientos que me han hecho para ser diputado. No me interesa eso, yo tengo mucha más influencia que cualquier político. Mis libros han contribuido a moldear el espíritu nacional".
Félix Luna, mayo 2005

“Escribir es lo que más quiero, pero no sé si es lo que más me gusta. Está muy lleno de arrepentimientos y dificultades. La radio, en cambio, es un encuentro diario más fácil y también me atrevería a decir que es más meritorio, aunque yo creo que estoy más en mis libros que en la radio.
–Está a punto de comenzar el programa, ¿hay algo planeado?
–Si, hay algo planeado. La charla inicial está escrita… y es lo único. Luego todo lo demás consiste en esperar y que con paciencia acuda alguna idea. Y no siempre acude.
–¿Y no hay miedo de quedarse en blanco?
–También existe ese miedo. A veces se sale de ese problema, pero convengamos en que una salida no es tan airosa como otra. El programa no es siempre igual. A veces es malo… y a veces malísimo (ríe).
Alejandro Dolina, junio 2005

“Para mí, el cine, desde el punto de vista narrativo, no tiene nacionalidad. Hay gente que sabe contar y gente que no. Pero por ser argentina una película no tiene vicios ni virtudes. Se dice que el año pasado fue un año maravilloso para el cine nacional; fue un año de mierda. Tres películas de las 60 que se estrenaron pasaron los 200 mil espectadores. Y esas tres, si las comparás con películas similares de años anteriores, metieron la mitad de espectadores. El mercado se sigue achicando. Es mentira que el cine argentino es exitoso en el país. Y el éxito afuera es una moda, como pasó con el cine iraní, que sirve para darte chapa”
Adolfo Aristarain, julio 2005


“Ratzinger es simple y austero. Cuando llego como cardenal al Vaticano le asignaron un departamento sencillo con muebles comunes. Cuando le ofrecieron arreglarlo, contestó: ‘No, no, esto está muy bien’. Y desde el año '82 hasta el 2005, vivió siempre en el mismo lugar. Es un sacerdote que hace realmente una vida religiosa. El Cardenal mantenía muchísimas obras y destinaba gran parte de las ganancias por sus libros y conferencias al fondo del catecismo. Tampoco discriminaba. A Ratzinger jamás se le pasó por la cabeza la idea de no almorzar con Alfredo, su chofer.
Ana Fernández, la única argentina que trabajó con el Papa, agosto 2005 (realizada por Pía Kussrow)

“El día en que se junten el deseo con sus concreciones uno habrá llegado a su límite y sería muy aburrido. Porque, aunque también tengo ganas, tengo este miedo terrible ahora que voy salir a hacer la función no sólo por la opinión de los otros, si no por la mía. Vos te decís: “Hijo de puta, ¿esto estás haciendo? Tenés este teatro, estos compañeros de elenco, este texto… Y te oís y te dan ganas de pegarte una patada en el culo”.
Alfredo Alcón, septiembre 2005

“En la tele me pasa lo mismo que cuando jugaba al fútbol: toda la presión la asume Diego. Estar al lado de un tipo tan grande genera muchas cosas”.
–¿Cómo es trabajar con Maradona?
–Es súper tranquilo. A veces nos preguntan cómo podemos estar tan tranquilos cinco minutos antes de salir al aire, pero por ahí tiene que ver con que no nacimos en este medio. Pero cuando alguno nos veía antes de salir a la cancha estábamos preocupados. Y si venía un tipo que no había crecido con el fútbol no le pasaba nada. A nosotros nos pasa un poco eso y lo disfrutamos mucho porque te guste o no estás en el programa más visto de la Argentina.
Sergio Goycochea, octubre 2005

"En la última gira que hice en la Patagonia en cada pueblo que visité planté un olivo. Antes de cada función yo regalé y planté un árbol para dar testimonio de que no solamente iba a hacer un espectáculo y ganarme la vida, si no que iba a devolver algo. Planté muchísimos olivos y lo único que les pedí es que los cuidasen para ser un testimonio de esa sombra".
Pepe Soriano, noviembre 2005

lunes, marzo 27, 2006

A leer!!

Cuadernos del camino. De Tierra del Fuego al cometa Halley
Mario Markic
Editorial Marea

Una ciudad olvidada en el medio del Amazonas que alguna vez fue el sueño del imperio Ford; un pueblo donde sólo queda un habitante junto a sus perros; un monumento más alto que el Obelisco enclavado en medio de las sierras cordobesas que esconde una terrible historia de amor y muerte.
Éstas son sólo algunas de las historias que el periodista Mario Markic encontró en el camino y mostró en sus programas En el camino y Cazador de historias que se emitieron por la señal de cable Todo Noticias entre 1996 y 2002.
En estas crónicas de la Argentina y América Markic vuelca en el papel ese trabajo. Y en esa travesía encuentra lugares y personas únicas que tienen una historia perdida en el tiempo, que ya todos olvidaron, y que Markic, en este viaje sentimental sin un rumbo certero, se encarga de rescatar.

domingo, marzo 19, 2006

Entrevista a Caloi




“A mí Clemente no me cansa”

El dibujante y humorista, que realiza desde hace 32 años una tira diaria de Clemente, segura que su trabajo lo apasiona y todavía sigue utilizando técnicas artesanales porque se confiesa un “analfabeto total” con las nuevas tecnologías. Además, habló con DiAGONAL de su hijo Tute, quien hoy es uno de los humoristas más importantes del diario La Nación.


Frente al Parque Lezama se erige el edificio-casa-estudio de Carlos Loiseau, más conocido como Caloi. Esa vivienda tan particualr es el refugio donde vive y trabaja el creador de Clemente con su familia. "Con mi mujer hace unos años buscábamos un lugar par integrar a nuestras familias. Yo venía con tres hijos, ella con dos, y ambos trabajábamos. Ella necesitaba un lugar
donde pintar, yo donde dibujar y a la vez un lugar donde trabajar los dos en el programa de tv, así que como no conseguíamos eso, compramos un terreno y lo hicimos: un estudio con una casa abajo‰, relata divertido.
Hoy los hijos del humorista emigraron. Tute, el mayor, es humorista y trabaja en La Nación, donde publica tiras diarias de humor y una página en la revista del domingo, al igual que su padre. Tomás es músico y Aldana está en un centro cultural de Humahuaca. "Quedan los dos más chicos, los hijos de María, que andan en artes combinadas y comunicación. Ninguno salió serio, contador, abogado...esas cosas útiles (ríe)".
-¿Cómo se siente al ver que su hijo hace el mismo trabajo que usted?
-Es una consecuencia natural de que haya crecido en un ambiente de papeles, lápices y dibujantes porque mis amigos son mis colegas también. Yo veraneaba siempre con el Negro
Fontanarrosa y Crist. Pero yo no creía que fuese a ser dibujante, le veía pasta para diseño gráfico cuando recién egresó del secundario. Se metió y duró menos de un año. Pero dibujaba, empezaba a publicar sus dibujos en algunos periódicos y a enseñar. Siguió un poco con la escuela de Garaycochea y muy pronto estaba trabajando profesionalmente. Se ha dado muy natural
-¿Y en sus dibujos ve trazos suyos?
-Sí, al principio. Ahora no, ha despegado completamente. Puedo adivinar algunas cosas, pero él ha crecido muchísimo y ha avanzado en otros terrenos en los que yo no llegué ni a pisar. Tiene tres libros de poesía publicados y ahora un corto cinematográfico. Es un tipo múltiple con mucho empuje. Al que no puedo ayudar es al del medio, que es músico, porque tengo un toscano en
la oreja (ríe)

-¿Cuando se juntan con Tute hablan de dibujo?
-Hablamos de todo, pero mucho de dibujo. Él es un tipo muy avanzado en eso.
-¿Que diferencias ve entre ustedes?
-Desde el punto de vista técnico, él domina las nuevas tecnologías, donde yo soy un analfabeto total, y está logrando muy buenos resultados. Dentro del humor gráfico, creo que está haciendo punta en eso. Lo veo más profesional a él, más sólido.

El oficio de dibujar
-¿Cómo es entregar todos los días una tira?

-Yo estoy muy acostumbrado al trabajo periodístico del diario. En un momento incluso iba al diario y dibujaba ahí, en la sección de dia gramación, porque era el lugar donde llegaban los secretarios de Redacción con la información de todas las secciones. Necesito la presión, la adrenalina, como dicen ahora, del cierre, si no todavía estaría haciendo la primera tira y retocándola. Y eso me pasa también con la página del domingo, con lo que me gano el odio de todos los secretarios de cierre. Pero es un sistema de trabajo que me autoimpuse.
-¿Después de más de 30 años de dibujar no tiene ganas de trabajar menos?
-No, me apasiona. Yo trabajo incluso los domingos, porque siempre estoy al día con los dibujos. Está incorporado en mí como una gimnasia. Sí necesito descansar, pero cuando no trabajo, extraño. Yo siempre digo que trabajo en mis ratos libres.
-¿Cómo se lleva con la tecnología? ¿Incorporó las computadoras a su trabajo?
-No, la base es la misma, es artesanal. Lo que se hace con la computadora es el envío y el pintado de la tira, que lo hace María, porque yo no domino mucho técnica, soy medio picapiedra.

Clemente
Hablar de Caloi y no mencionar a Clemente es casi una tarea imposible. El personaje nació en 1973 y aún hoy continúa publicándose en la contratapa de Clarín, además de haber sido declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires en 2004
-Después de 32 años de Clemente, ¿no está un poco cansado de él?
-No porque Clemente tiene una actualización constante que se alimenta con las noticias, que no se acaban nunca. Yo me puedo cansar, a veces, un poco, pero ya estoy motivado diariamente para hacer la tira.
-Esa actualización de Clemente contrasta con las tiras de Mafalda, por ejemplo, donde los personajes están muy delimitados.
-De eso aprendí también, de la frustración que le causó a Quino tener que trabajar con muchos personajes de una psicología cerrada. Por eso dije vamos a hacer un personaje que no tenga nada que ver con nada, que sea muy absurdo y que pueda decir cualquier cosa, incluso contradecirse
de un día para el otro.
-Con Clemente, usted fue uno de los que armó la contratapa de humor de Clarín…
-Sí, yo ya estaba en el diario. Me llamó el jefe de redacción y me dijo que quería cambiar. En ese momento la sección tenía tiras que compraban en el extranjero y me dijeron si quería hacer una parte y además que llamara a otros dibujantes que conociera. Llamé a mis amigos colegas, el Negro Fontanarrosa, Crist, Trillo y Altuna y después el diario agregó otros. Primero fueron dos páginas, la
antepenúltima y la anteúltima y de ahí se hizo una síntesis que se pasó a la última página.
-¿A un dibujante le gusta hacer una tira o lo cansa hacer siempre el mismo personaje?
-A mi Clemente no me cansa. Me cansaría hacer algo definido: un perro, un gato, una persona. Los dibujantes le rajan a los personajes fijos porque te esclavizás. Es más lindo no tener esa limitiación. Pero los personajes se imponen, son tiranos, aparecen todos los días. Pero también permanecen
más en el recuerdo.


Recuadro
Caloi en su tinta
Caloi fue el precursor de la difusión de los trabajos de animación en la TV Argentina con Caloi en su tinta, que él conduce desde 1990 bajo la dirección de María Verónica Ramírez, su mujer. “Yo conocía algunas cosas de animación, que es pariente cercano del mundo gráfico. En el año ’79 estaba en Lucca, Italia, donde se realizaba un festival de humoristas e historietas. Habíamos ido con el Negro
Fontanarrosa y estábamos medio aburridos. Ese año se había incluido el cine de animación y nos metimos a ver de qué se trababa. Me impresionó mucho y me entusiasmé. Yo pensaba que el público argentino, que era tan sensible a nuestro trabajo y a las historietas, iba a recibir muy bien estos cortometrajes, en general de dibujos animados, aunque después se agregaron otras técnicas”.
Pero el proyecto quedó dormido hasta que apareció María. “Armamos un ciclo tímido de tres meses en
ATC, empezó a crecer y nos sorprendimos de la cantidad de cosas que había. Como mercado no éramos interesantes, pero lo revertimos, tanto que ambos fuimos jurado del Festival de Annecy, uno de los más importantes de cine de animación. Además, varios directores nos mandan sus películas para que las estrenemos en el programa. De alguna manera, vimos que se venía esto de la animación, que cobraba importancia como lenguaje”


Perfil: CALOI
Nombre: Carlos Loiseau, 57 años, casado, tres hijos
Nació en Salta el 9 de noviembre de 1948
Es humorista, dibujante, autor y conductor de TV
Sus dibujos aparecieron en Tía Vicenta, Panorama, Tío Landrú, Siete Días, Atlántida, Satiricón y Primera Plana, entre otros.
Actualmente, y desde 1973, aparece en ese medio una tira diaria de Clemente y una página de humor en la revista dominical Viva
Algunos de sus dibujos son reproducidos además en Uruguay, Brasil, Venezuela, Colombia, México, España, Francia, Italia, EE.UU., Cuba, Bélgica, Alemania, Bolivia y Puerto Rico
Clemente fue nombrado Patrimonio Cultural de la Ciudad y él Personalidad destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Creó y conduce el programa Caloi en su tinta que difunde trabajos de animación.

Recibió numerosos premios, como el Konex de las artes plásticas (1982 y 1992).

Por Iván Pérez Sarmenti - Publicado en Periódico DiAGONAL de enero 2006


miércoles, marzo 08, 2006

A leer!!


...Y un día Nico se fue
Osvaldo Bazán
Editorial Marea

Después de seis años de novios y de convivencia, Nico decide poner fin a la relación y Osvaldo está dispuesto a todo para lograr que él vuelva. Esta novela cuenta la historia de la relación que tuvieron el narrador y Nico.
Sentado en una mesa de café Osvaldo le cuenta a alguien su historia y su desengaño amoroso, algo tan universal e inevitable que rápidamente rompe el prejuicio que supone una relación homosexual. Y quizás el mayor logro de esta novela es que el lector muchas veces se siente ese interlocutor de Osvaldo que está sentado en una mesa de café escuchando su historia.
Editada originalmente en 1999, esta es la primera novela del periodista Osvaldo Bazán (conductor de Tenemos que hablar de la señal de cable TN y columnista de Mañanas informales por Canal 13), que tiene dos libros más editados.
Para esta nueva edición, muy cuidada desde el diseño, también se incluyó un prólogo del profesor norteamericano Daniel Balderston.

jueves, marzo 02, 2006

Entrevista a Elisabetta Piqué, corresponsal de guerra

"No soy una kamikaze"
Empecé sin querer. Soy periodista y lamentablemente me tocó cubrirlo porque preferiría vivir en un mundo menos estúpido que este, donde no hubiese guerras”. La afirmación pertenece a Elisabetta Piqué, corresponsal del diario La Nación en Roma, que ha cubierto varias guerras desde el frente
Elisabetta nació en Florencia, Italia, pero creció en la Argentina, donde se recibió de Licenciada en Ciencias Políticas. Sin embargo, comenzó su carrera periodística en 1990 en la agenda de noticias ANSA y desde ese momento el periodismo es su profesión y la cobertura de conflictos bélicos, casi su especialidad. Ha estado en Haití, Bosnia, Kosovo, Afganistán e Irak, por mencionar algunos.
Desde 1999 es la corresponsal en Roma del diario La Nación, desde donde sigue la actividad del Papa, pero también de todo lo que acontezca cerca. “No terminé de alquilar mi casa y de comprar los muebles, que ya estaba en Albania, por el tema de la guerra de Kosovo”, recuerda.
Contando su experiencia Elisabetta escribió un libro, “Diario de guerra, apuntes de una corrsponsal en el frente” donde cuenta su experiencia durante las guerras de Afganistán e Irak “Salió sólo, no lo tenía pensado”, cuenta. Una amiga le sugirió llevar un diario donde contase su experiencia y eso luego se transformó en un libro.
Allí relata los avatares de una corresponsal de guerra que no trabaja para las grandes cadenas mundiales y que debe muchas arreglárselas sola. “Yo no me quejo, pero es otra realidad. CNN o BBC se mueven con grupos de 20 personas y es mucha la diferencia. Pero no significa que no puedas trabajar. Es más complicado, pero uno siempre logra hacer la cobertura”.
El problema es que muchas veces las condiciones son de una precariedad extrema: dormir en autos o galpones, no tener baño o luz, son problemas comunes en este tipo de trabajos donde se convive con el horror, la locura y la muerte.
Sin embargo, Elisabetta destaca que entre los corresponsales hay siempre mucha solidaridad. “Bien o mal todos estamos cubriendo un momento difícil y no tenemos las mismas comodidades que hay durante unas elecciones. Uno comparte y trata de sobrevivir de la mejor manera”.

Ser mujer
Muchos piensan que ser mujer es una desventaja para un corresponsal de guerra, sobre todo el mundo islámico, donde en algunos países las mujeres están muy limitadas. Pero Elisabetta cuenta su caso concreto en Afganistán, donde debido a que las mujeres debían usar la burka, un tipo de velo que les cubre el cuerpo y la cara y que no pueden sacarse delante de los hombres ni hablar con ellos. “Allá tenía una ventaja sobre los colegas varones, que era comunicarme con una mujer. Porque si no una mujer no la dejan hablar con un hombre. Yo hablaba con ellas y después le pasaba los apuntes a los hombres. Yo podía pasar a la cocina, hablar con ellas y ante mi se sacaban su velo”, recuerda, y agrega: “Hay quien dice que la mujer tiene una sensibilidad distinta, para mí es algo más personal que una cuestión de género. Quizás vemos cosas distintas hombres y mujeres, pero que uno sea mejor que el otro para cubrir una guerra no se puede decir. De hecho, cada vez hay más mujeres”.
En este tipo de trabajos la relación con la familia y los afectos “es un tema complicado”, reconoce y más ahora que tiene un bebe de ocho meses. “Mi libro justamente está dedicado a mi padre” (‘A mi padre, que sufre mis coberturas, pero siempre está’). Por eso trata de tener contacto diario. “Aunque sean dos minutos para decir estoy bien porque se preocupa y lo entiendo. Trato de ponerme en su lugar y no gustaría que mi hijo haga esto”.
-¿Cómo manejas el tema de la muerte?
-Con total fatalismo. Trato de cuidarme lo más posible, porque no tengo que ser yo la noticia, si no tratar de contarla. Pero por otro lado, siempre pienso que si tiene que pasarme algo me va a pasar. Y también puede pasarme ahora saliendo a comprar el pan en Roma. Cuando te llega el momento, te llega, así estés en Roma, en Irak o en París.
Igualmente trata de cuidarse. “No soy una kamikaze, pero trato de vivir las cosas con serenidad porque tampoco podes trabajar. El tema fundamental es mantener la calma. Hay que tener frialdad y no volverse loco”, afirma
-¿En esos momentos te plantéas que hacés ahí?
-Todo el tiempo (ríe). Sobre todo, en Afganistán e Irak cuando nos escapábamos de un lugar en caravana en medio de la noche, cuando no podíamos prender un cigarrillo porque si no eras un blanco o estabas escribiendo debajo de la manta para que no vean la luz de la pantalla. Te lo preguntás porque son situaciones complicadas.

martes, febrero 28, 2006

A leer!!


Londres
Virginia Woolf
Lumen

Este libro reúne seis piezas que la autora de La Sra. Dalloway escribió en 1931 para la revista Good Housekeeping sobre distintos aspectos de la vida, la arquitectura, la gente y la historia de Londres.
En estos artículos la autora hace un retrato de la ciudad del Támesis que fluye en sentido contrario a la corriente de sus aguas. Comienza en el oeste, con los muelles y sigue con la gente que circula por Oxford Street, las casas de los grandes escritores, las catedrales y abadías y, por último, Cámara de los Comunes, en el este.
La particularidad de esta edición es que incluye el artículo Retrato de una londinense, que se creía perdido y ahora permite que la serie se publique completa por primera vez.
Los restantes cinco artículos se habían publicado en Estados Unidos en 1975 con una edición de 750 ejemplares y en 1982 en Gran Bretaña bajo el sello The Hogart Press, creado por Leonard y Virginia Woolf en 1917.

jueves, febrero 16, 2006

Estamos trabajando para que usted nos elija

Después de varios meses de haber abandonado este blog, prometo poner manos a la obra para actualizarlo. Si no es así, será una promesa no cumplida como las tantas que hizo la empresa que usaba ese slogan...